Falsos Mitos Sobre Iluminación LED

Desde el ingreso de la tecnología LED al mercado de la iluminación, se ha posicionado como alternativa indiscutida hoy para cada proyecto, pero aún existen dudas o mitos.

  1. Los LED duran más de 100.000 horas o para siempre: Como sabemos, una de las ventajas principales del uso de esta tecnología es su bajo consumo, pero también la duración, superando de forma importante a las otras opciones. De igual manera, la vida útil de los LEDs está directamente ligado a la calidad del LED utilizado y la temperatura de trabajo. Si la temperatura es muy baja, se pueden lograr 100.000 horas, pero por lo general, a las temperaturas normales de un productos estándar, deberían lograr 50.000 horas, pero en productos de baja calidad, esto se puede producir antes de las 5.000 horas. Todo esto considerando que el driver no falle antes. (Cuando se habla de duración en iluminación, la cantidad de horas no quiere decir que el equipo se apague pasado el tiempo especificado, si no que el flujo luminoso baja del 70% original).
  2. A más Watts, más Iluminación: La forma tradicional de seleccionar un producto de iluminación es por Watts de consumo, algo que para incandescentes funcionaba ya que la entrega de Lúmenes entre las distintas alternativas para el mismo consumo era similar. Al contrario, cuando hablamos de LEDs, aquí la calidad de fabricación y de materiales utilizados juegan un papel fundamental, por lo que nos podemos encontrar con dos productos de idéntico consumo pero diferente rendimiento. Al comprar iluminación, revisar Lúmenes y no Watts de consumo. Mientras menos Watts, mayor ahorro.
  3. Los LEDs no generan calor: Los LEDs sí emiten calor, pero a una proporción bastante menor comparado a otras tecnologías. Pero en sí, el LED trabaja en rangos de 60 a 120ªC en su interior, que repartidos en la superficie de su cuerpo disipador de temperatura, podemos apreciar de 35 a 60ºC, lo que es varias veces menor que la temperatura que encontramos en una halógena que supera los 250ºC.
  4. No funcionan correctamente en ambientes fríos: De hecho, los LEDs pueden funcionar a la perfección en ambientes de -20ºC, lo que logra alargar la vida útil y eficiencia del LED. Un producto LED trabajando a menor temperatura es capaz de entregar mayor cantidad de luz con el mismo consumo.
  5. No se puede regular la intensidad de los LEDs: Falso, los LEDs necesitan un voltaje determinado para poder funcionar, al hacer pasar menor o mayor corriente podemos controlar la intensidad de iluminación. Por lo que al encontrarnos con LEDs que no son compatibles con un Dimmer, es por el hecho de que el Driver (Transformador) que utilizó el fabricante para alimentar los LEDs no es el compatible.
  6. Poca luz, muy azul o colores extraños: Al comienzo, la tecnología ofrecía tonalidades de color cercanos a los 6000 Kelvin ya que estos eran más eficientes, al considerar que la eficiencia en sus comienzos era notablemente más baja a lo que se encuentra hoy en día, el uso de colores cálidos no lograba entregar la cantidad de luz necesaria para el reemplazo de luminarias tradicionales. Pero hoy, la tecnología es capaz de entregar temperaturas de color desde los 2000K a más de 6000K con un alto índice de producción cromática y variados formatos para cumplir con los requerimientos de iluminación de cada espacio.
  7. Es muy caro: Hoy, los valores de productos LED son muy similares a los valores que se manejaban años atrás antes de la irrupción de esta tecnología, si consideramos al alta eficiencia que estos pueden generar, hoy pagamos precios similares, pero obtenemos una duración y ahorro en consumo eléctrico considerable.